en los movimientos como olas el ritmo de los corazones
que no se pierden nunca
saben su camino
no necesitan guias
ni mapas
ni lugares
las voces no pronuncian palabras ni expresan gestos que el alma con hambre cree robar
aunque se les deshacen en sus bocas sin aliento...y se alimentan de la nada
las ondas que nunca terminan
se unen en hilo de luz y dibujando curvas suaves y sublimes
van y vienen eternamente en el canto del chamán
sin tiempo son eternas
son invisibles a los ojos del neófito
a los corazones perdidos sin sentido
solo pueden sentirse...
en los sublimes sacrificios
en el silencio
en las madrugadas
en las manos que recuerdan
en las bocas que despiertan juntas
en lo inexplicable
incognoscible
en el viento que mueve las copas de los árboles
en las gotas de lluvia
en las alas de las mariposas
en las miradas nobles y transparentes
en el rocío de las mañanas
en el aroma de las flores...
y del café
en el salto del saltamontes
en el canto de yahó
en los colores de una pluma..
en los dorados del atardecer...