Para comprender esta relación entre dolor y sufrimiento debemos sentirlo y observarlo. Ser conscientes. Y es fácil hacer este ejercicio ya que lo sentimos todos los días a cada momento. Si queremos bañarnos con agua caliente pero es totalmente imposible en ese momento: sufrimos. Si descubrimos un día que tenemos una enfermedad sufrimos no queremos sentirnos mal, no queremos morir con dolor. Si nos duele la cabeza sufrimos. Si no encuentro lo que quiero sufro. Si se muere alguien amado muy amado sufrimos por mucho tiempo.
Pero ¿Por qué? El sufrimiento no es lo que ocurre sino la actitud que adoptamos ante lo que nos ocurre, ante el dolor o incomodidad. Krishnamurti me ha enseñado esto, si quieres comprender algo compréndelo sintiéndolo y analizándolo en ti mismo. Escoge cualquier queja que tengas y analízala, cualquier queja o sufrimiento que escojas la verdadera raíz de esa energía es que no aceptamos las cosas que ya son como son. Pero busquemos un sufrimiento o queja aparentemente más complejo. Digo aparentemente porque todo sufrimiento es igual a otro, viene de la no aceptación de lo que ya es, como dice E. Toille, lo que ya es. Por mucho que busquemos los sufrimientos más horribles y descarnados, en todos, todos si aceptamos lo que ya es, si aceptamos el dolor inevitable, que no hay otro camino sino aceptar, ocurre algo maravilloso en nosotros, nos inunda una energía potente. Si fuimos violad@s, golpead@s, o perdimos todo y no sabemos a dónde ir y tenemos miedo. En ese momento aceptar que así ocurrió, aceptar que así es y ya no puede ser cambiado ese hecho de otra manera porque ya ocurrió es la clave de todo.
Hay otros ejercicios de aceptación y humildad, que podemos hacer y experimentar cada día. Ser capaces de observar lo que ocurre alrededor sin emitir ningún juicio; ser capaces de escuchar con verdadera atención, es decir, una atención que busca COMPRENDER lo que escucha o lo que ve. COMPRENDER es ponerse en el lugar del otr@. Podemos practicarlo con los niñ@s, escucharlos con atención sin juzgar. Sin juzgar quiere decir sin opinar, sin pensar ¨que lindo¨, ¨que loco¨. Relacionarnos con personas muy diferentes a uno. Con otra cultura, otro contexto social o político. Escuchar con atención sin querer tener la razón sino comprendiendo las razones de las ideas de otros diferentes a uno. Con los animales. Ese es un ejercicio particularmente intenso ya que la mente tiene muy profundamente construida la idea de que los seres humanos somos superiores a todos los demás seres vivos. Por lo cual, respetar ¨como si fueran iguales a nosotros¨ a los insectos, por ejemplo, y no simplemente aplastarlos con nuestro pie, a los animales ¨domésticos¨ no gritarles, no pegarles, no darles comida vieja y vencida, no tiarles la comida en el piso... a muchos nos puede parecer de locos. Pero no lo es...
Todos estos ejercicios buscan lo que llaman “matar el ego”, o también el “deseo de ser especial”. Cuando la humildad inunda nuestra vida, esa energía no proviene de la mente, porque la mente nos dice: Qué?! no vale no puede ser, yo no puedo aceptar eso o esto no puede haberme pasado a mí, como es posible que esa persona que es una ignorante me regañe a mi o me diga....etc. La humildad la sentimos cuando no aceptamos esos mensajes de la mente. La mayoría de los casos graves en donde el dolor es inevitable realmente inevitable pasamos por una gran sentimiento de impotencia una rabia horrible queremos salir de allí y no podemos y rogamos Dios mío que alguien me saque de aquí (sufrimiento) pero al no pasar nada de repente nos vencemos, nos caemos al suelo y nos rendimos y decimos si, esto está ocurriendo y no hay nada en este momento que yo pueda hacer (aceptación)...EN ESE MOMENTO hemos abierto una comunicación con nuestro Ser interno porque la mente ha dejado de mandarnos o más bien ya no podemos hacerle caso. Es una energía, es una vibración, es una sensación, la misma que ocurre cuando los piaroas se atraviesan la lengua con una puya de raya o dejan que 15 avispas les piquen dolorosamente o cuando ayunamos o cuando no respondemos furiosos o cuando aceptamos sin hablar sin reaccionar es la misma energía y es en ese momento un momento inexplicable.
Los Meatr@s espirituales lo han dicho de muchas maneras. Osho dijo: "Lo maravilloso es que hoy, en este momento lo podemos hacer. Solo con aceptar cada cosa que pase hoy sin reaccionar. ACEPTACION DE LO QUE YA ES..."